Las nuevas tecnologías en la enseñanza de lenguas: la medicina que mata.

Yo respeto mucho a mis abuelos; porque han trabajado mucho durante su vida, han plantado y cosechado su propia comida, y lo más importante es que HAN REALIZADO SUS TAREAS DE ESCUELA SIN INTERNET.

¿Lo puedes imaginar? ¿Hacer tus tareas sin Google? o ¿Pasar horas en encontrar palabras en el diccionario? o ¿Buscar fotos en los periódicos para hacer una presentación? Vaya problema ¿no?

Hoy en día, encontrar la información que quieres es muy fácil; tienes el teclado, el buscador de Google y te salen los resultados según la búsqueda que haces. El internet nos puede ayudar en muchos aspectos de la vida; como no perderse en el desierto, encontrar el mejor restaurante en Madrid, o hacer cursos de japonés en línea. Pero el tesoro que los profesores de ELE pueden encontrar sería usar las nuevas tecnologías en su clase.

Hoy en día, las nuevas tecnologías son imprescindibles en clase, y sin ellas tendremos una clase sosa y sin especias. Los materiales digitales son numerosos, el profesor puede crear una presentación de PowerPoint, hacer un juego de Kahoot o un avatar en Voki. Sus opciones son ilimitadas. Estas aplicaciones no solo divierten a los alumnos, sino también incrementan su motivación de aprender, y claro, cuando se alza la motivación, tenemos mejores rendimientos. Al final es lo que buscamos, alumnos que se sienten a gusto en clase, motivados y que sacan buenas notas; ¡conclusión: profesores felices, alumnos felices, padres felices y administración  académica muy feliz!

Pero no es para tanto. El sobreuso de las nuevas tecnologías en clase tiene desventajas, como fijarse más en la forma que los contenidos que se enseñan, como abandonar el manual de ELE que se supone que es la fuente principal de información, y como subestimar el curso de español porque es “demasiado divertido”.

El equilibrio es la clave. Existe un proverbio hindú que dice que el medicamento puede ser venenoso si se toma en exceso. Lo mismo pasa con las nuevas tecnologías, si la consideramos medicina, tenemos que saber la dosis recomendada y no tomarla hasta envenenarnos.

¿Por qué hacerlo con moderación y tenemos todos estos recursos? Porque nuestros alumnos están perdiendo la ortografía de su lengua pasando horas en escribir mensajes de texto con abreviaciones y muletillas, porque cuando tu alumno escribe con lápiz se refleja su identidad y su personalidad, porque el esfuerzo cuenta cuando el alumno se queda buscando una palabra en el diccionario en vez de ponerla en el traductor de Google, porque muchas invenciones fueron creadas cuando no había tecnología…etc.

Entonces ¿Qué piensas que pueden aportar las nuevas tecnologías a la enseñanza de lenguas?

1- Motivación y sentirse a gusto en clase.

2- La tecnología audiovisual resume la explicación de unas horas en unos minutos. 

3- La clase invertida ayuda a los alumnos crear conocimientos previos y activa su creatividad.

4- El conocimiento es mucho más fácil. Los alumnos se sentirán responsables de su propio aprendizaje y eso fomenta su autonomía.

5- Existen recursos de evaluación y exámenes de gramática y vocabulario en línea.

6- Los manuales, libros de gramática, la ortografía de la RAE e incluso el MCER están todos disponibles en una versión digital.

7- Los alumnos pueden acudir a las nuevas tecnologías si les gusta hacer trabajos suplementarios.

8- Los alumnos también tienen acceso a los materiales de ELE en internet y por lo tanto, pueden aportar recursos a clase que les resultan útiles. Así que se consideran protagonistas.

¿Las nuevas tecnologías son la fuente principal de nuestros conocimientos? No. Si se corta la electricidad durante un día completo, ¿serás capaz de hacer una clase? Sí.

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